El Canalla fue goleado 3-0 por Central Córdoba en una presentación para el olvido y se pegó un golpazo cuando venía en plena levantada.
La victoria en el Clásico y la goleada en Sarandí envalentonaron a los hinchas canallas y, según declaró Carlos Tevez post partido, también a los jugadores. Quizás allí puede estar buena parte de la explicación de la dura derrota 3-0 de Central ante Central Córdoba de Santiago del Estero en el Gigante.
Si bien el equipo del Apache tomó las riendas del encuentro frente a un rival que en los primeros 20 minutos pareció estudiar al elenco auriazul sin intenciones de atacarlo. De todos modos, con pelota y campo, el dueño de casa no tuvo claridad para generar situaciones propicias para convertir. Y para dejar claro que la historia podía venir torcida, pasado el primer cuarto de hora tuvo que salir Malcorra con una molestia y entrar Buonanotte, agotando una variante muy rápido.
Cuando el Ferroviario se dio cuenta que podía hacerle daño a un Canalla que mostraba señales de fragilidad como las que tenía antes de atravesar su racha positiva de 10 puntos sobre 12 disputados, lo lastimó. Y el golpe fue con un golazo de González Metilli que puso el 1-0 con una volea de zurda intajable para Servio.
La reacción del local nunca llegó más allá de un gran disparo desde fuera del área de Benítez que exigió a una respuesta de igual valía del arquero Rigamonti. Y para colmo de males, Central Córdoba estaba al acecho para contragolpear y el peligro estaba en cada quite del conjunto que dirige Abel Balbo, que de hecho dio otro duro golpe sobre el final del primer tiempo cuando Soraire tuvo tiempo y espacio para maniobrar en el área y de media vuelta sacar un remate que, con rebote incluido que descolocó a Servio, se convirtió en el 2-0.
Para el inicio del segundo tiempo Tevez mandó a la cancha a Gustavo Ramirez que debutó con la camiseta de Central reemplazando a Alan Marinelli, de muy flojo primer tiempo en sinfonía con su flojo partido ante Arsenal. El delantero paraguayo tuvo un aprobado en su estreno, y hasta se las ingenió para tener su chance con un fuerte remate desde fuera del área que le quemó las manos a Rigamonti.
Más allá de las buenas intenciones y las ganas de ir de forma constante en la búsqueda de un gol que lo ponga en partido, el conjunto auriazul chocó contra sus propias limitaciones a la hora de crear juego y frente a un ordenado Central Córdoba que le cerró los caminos por lo que el local se fue llenando de impotencia conforme pasaban los minutos.
El golpe definitivo lo dio la visita a falta de seis minutos para el final cuando Renzo Lopez se escapó a espaldas de los marcadores centrales, enfrentó a Servio quien llegó tarde y lo bajó dentro del área. El árbitro Darío Herrera pitó penal y Alejandro Martínez, la figura de la cancha, lo cambió por gol para el 3-0 que sepultó cualquier esperanza de remontada.
Central se pegó un duro golpe, un baño de realidad quizás luego de la efervescencia por los últimos resultados con la victoria ante Newell’s como bandera. El propio Tevez y algunos de los futbolistas que hablaron con la prensa reconocieron que hubo algo de relajamiento y el entrenador reconoció que antes del partido sentía que podía pasar y se lo advirtió a sus dirigidos, aunque no alcanzó para torcer la historia. Ahora se vendrá Quilmes el jueves en Córdoba por Copa Argentina, donde no se permite otro traspié porque se trata de un duelo de eliminación directa.
